Su nombre
completo era Raúl Leopoldo Larravide López y estudiaba Ingeniería en Minas. Una
persona activa, con el don de hablar en público, ser escuchado con atención y
convencer. Su porte alto, cuerpo de contextura atlética, una calvicie prematura
-para sus 21 años- que comenzaba a notarse, de pelo y ojos claros lo hacía, en
palabras de la época, tener “mucha llegada con las mujeres”. Su inteligencia
también le ganó el respeto de sus pares y profesores dentro de la carrera de
Ingeniería en Minas.
El año 1973 era
presidente de la Federación de Estudiantes de la entonces Universidad Técnica
del Estado sede Copiapó, militante del MIR y activo dirigente del Movimiento de
Universitarios de Izquierda, MUI. Un estudiante que en esos tiempos
multiplicaba su tiempo entre la actividad política, el apoyo a las acciones en las
poblaciones, los estudios y su vida personal.
A la UTE llegó
el año 1971. Sergio Jirón lo conoció bastante, en su calidad de compañeros en
el MIR y de la universidad, dos ámbitos desde los cuales apreció esa gran
capacidad de organización que tenía:
- Era una
persona increíble en su forma de organizar el tiempo, de hacerlo bien, porque
fue un excelente alumno, extraordinario y tenía tiempo para las reuniones que
no eran pocas. En la Universidad se usaban mucho los locales que eran para
estudiar, había dos a tres salas chicas, donde nos reuníamos, también en el
internado, incluso en los parques.
Después donde vivíamos, que eran arriendos baratos de casas.
También Jirón
recuerda una anécdota. Estaban trabajando en una población y Leopoldo acudió al
llamado de ir a apoyar unas movilizaciones. Como corrían tiempos duros en que
muchas veces aparecían personas de extrema derecha a enfrentarlos, al ver a
Larravide ingresar a la población, uno de los miristas tomó un bate para
defenderse. Quienes conocían al dirigente estudiantil detuvieron al mirista y presentaron al dirigente estudiantil explicando
que militaba en el MIR y se trataba de una persona de confianza.
Leopoldo vivía
con su pareja, una estudiante y compañera de carrera que en los primeros días
de septiembre partió a Santiago junto a su familia para tener el hijo de ambos
en la capital. Al joven dirigente
estudiantil lo detuvieron el 12 de septiembre al interior de la Universidad.
Según consigna el libro Memorial de la Universidad Técnica del Estado y
Santiago de Chile su conviviente “fue
avisada por teléfono desde Copiapó que Raúl había sido detenido cuando asistía
a clases. Una hermana de Raúl, Clemencia, viajó de inmediato y pudo visitarlo
dos veces en el Regimiento y dos veces en la cárcel donde había sido
trasladado. Había sido torturado. Clemencia regresó a Santiago. El 17 de
octubre a las 10:00 A.M. llamó Clemencia desde Santiago a la cárcel de Copiapó
para avisarle a Raúl el feliz nacimiento de un niño. Dijeron le darían la buena
noticia. El 18 de octubre la llamaron por teléfono” indica el libro en torno a
esa feliz noticia que Leopoldo nunca recibió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario