26 jun 2019

Hugo Alfaro Castro, líder por la integración de las personas con discapacidad visual


Hugo Alfaro Castro nació un 7 de octubre de 1931. Tuvo dos profesiones: ingeniero en minas y profesor normalista. La primera de ellas la estudió en la Escuela Técnico del Estado, UTE sede Copiapó.
A principios de la década del 50, trabajaba en la mina Sewel, donde sufrió un accidente laboral producto de una explosión química que le quitó la vista. Ahí dejó su carrera de ingeniero y al recuperarse estudió para ser profesor, titulándose a pesar de su ceguera. Por lo mismo, al experimentar  las dificultades de un mundo que no está pensado para las personas con discapacidades, se transformó en un activo luchador por la integración de las personas con discapacidades audiovisuales, como también por una sociedad de mayor igualdad social.
Su carrera como docente la desempeñó en la escuela especial para ciegos ubicada en Ñuñoa, Santiago y en el Hogar para Ciegos Santa Lucía en la comuna de San Miguel. Se casó con Silvia Campusano, naciendo de aquella unión Silvia, Hugo y Tania. Constituyeron una familia armónica y feliz. Fue miembro del Partido Socialista.
Una tranquilidad que fue interrumpida por el golpe de Estado. Lo detuvieron el 5 de octubre de 1973, lo mantuvieron recluido, sometido a trabajos forzados y posteriormente liberado. El 27 de enero de 1975, se encontraba en Tocopilla, tierra natal de su esposa, cuando la casa en que estaban fue rodeada por Carabineros y se les acusó de realizar una reunión clandestina con el fin de conspirar contra el gobierno militar y escuchar música contraria al régimen. Lo llevaron detenido, junto a otras personas que se encontraban en la vivienda.
La información oficial entregada a la familia es que en el calabozo Hugo Alfaro se ahorcó. La Comisión de Verdad y Reconciliación estimó, al igual que su familia y conocidos, que se trataba de una versión para encubrir la verdad de su muerte, más aun tomando en cuenta la condición de discapacidad visual de la víctima. Contaba con 44 años de edad.
Un testigo –testimonio registrado por la Comisión citada- indica haber presenciado a dos individuos que llevaban a rastras a la víctima y escuchó a uno de ellos preguntar qué harían. Su acompañante le respondió que deberían cambiar la causa de muerte. Además, la familia conversó con el médico que recibió el cuerpo de Hugo Alfaro en el Hospital, quien les confidenció que tenía huellas de tortura, incluyendo aplicación de electricidad.
En su homenaje, en la comuna de Pudahuel existe el “Centro de grabación e integración para ciegos Hugo Alfaro”, actualmente vigente y en funcionamiento.

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